jueves, 13 de enero de 2011

Vípero Tapas, hacia Sevilla Este hay que mirar


Vípero Tapas, Vinos por copas, tapas por mérito

Llegando de unas merecidas vacaciones y recién salido del avión, nos hemos ido a Vipero Tapas un sitio en Sevilla Este. El hambre apretaba y no pudimos esperar a pasar más allá del Palacio de Congresos.

Una de las cosas que me agradaron, más allá de las ventajas de entrar en los sitios sin humos, es que brindan muchos y buenos vinos por copas. Idea que desde este blog celebro e insisto en que debe hacerse costumbre en todos los sitios. No hay nada más odiado para mí que limitarse a un rivera y un rioja, y en algunos sitios hasta de los regulares

Las tapas:

Para empezar y de cortesía, unas chips de patata caseras, nada mejor para comenzar la comida que un detalle, y mas si es “gratis”.

Bomba de foie y queso de cabra: Es media bola de una crema de queso de cabra con foie en la parte inferior, ambos sobre un cilindro de pan blanco. Por encima se carameliza con caña de azúcar y lo acompañan con tostas de pan y vinagre balsámico.

Es una tapa que entra por lo que lees, pero luego no fue de mi total gusto. Primero llegó fría, un error común al tener las bolas preparadas con antelación, pero imperdonable. Sin embargo se cambió el plato sin mayores problemas y se disfrutó de la tapa. El sabor del queso de cabra sobrepasa el del foie, por tanto es difícil lograr que la suntuosidad del foie se aprecie. El caramelo no aporta mayor contraste y las tostas de pan sobran, o quizás menos serian suficientes.

Flamenquín de espárrago blanco sobre fondo de piquillo: Es una versión del clásico cordobés que me ha encantado. Muy sencillo y muy bueno. Ojala hubiesemos pedido una bandeja

Crocante de camembert y almendras: Trozo de camembert cubierto por un crocante de almendras. Me gustó, punto. Pero quizás si las almendras estuviesen un molidas un poco más, estaría sublime.

Gratis de lomo de orza: Orza abodada en medio de 2 crepes y una línea de salsa de remolacha por encima. Fue una sorpresa, y lamento decir por lo mal ejecutado del plato. Las crepes estaban duras, es cierto que no eran unas crepes francesas típicas. Eran más bien una tortita (panquecas, en mi idioma), que en ningún caso justifican que estén duras. La mágia de la harian de trigo, el huevo, la leche y la levadura, cuando se combinan, es dar ligereza a esas preparaciones. La salsa de remolacha buena pero escasa.

Pollo relleno:Una pechuga de pollo rellena de calabacín, salsa de queso y unas rodajas de calabacín gratinado. El pollo estaba bien cocinado, jugoso por dentro pero quizas le faltase color en la parte exterior. La salsa sin embargo es un poco fuerte para el plato. Compite con el pollo y sobrepasa al calabacín.

Parmentier: carne de cerdo debajo de un puré de patatas. Comenzaré diciendo que se repitió. Es lo que tienen las cosas cuando están buenas. Que las palabras sobran, salvo “camarero, otra por favor”. Si quiero expresar mi desconcierto ante el nombre del plato. A mi poco entender un Parmentier es una preparación francesa básica del más básico puré de patatas, al cual se le añade mantequilla y se procura que quede más aireado que el “normal”, incluso se puede coloca huevo cocido cortado en brunoise a manera de elevar el plato.

Sin embargo, el camarero de origen francés (aunque la mesa contigua, juraba que era italiano, hacen frontera, pero creo que se habla diferente) me comentó que el parmentier era así, y que ellos lo hacían con carne de res, pero que aquí estábamos mas acostumbrados al cerdo. Para hacernos una idea, me recordó al Shepherd’s pie ingles. Entonces que es realmente un Parmentier, si alguien puede sacarme de esta duda, lo agradecería.

Sinfonía de Setas: Setas perfectamente cocinadas, su toque de ajo exacto, trozos de jamón bueno, pimentón de la Vera y un toque de ñora. De acuerdo a la explicación dada, el toque ácido que notábamos en las setas era por la ñora, perdonen que dude pero entiendo que el pimentón puede dar notas picantes, amargas y dulces, pero ácidas no era algo que desconocía. Si bien, el sabor no era desagradable, por el contrario, armonizaba bastante bien en el plato, menos hubiese sido mejor.

Bacalao dorado: Presentando en timbal, con su justo punto de sal, patatas pajas crocantes. Fue para mí el mejor plato de la carta. Era un sabor que me recordaba los magníficos bacalaos que he comido en Portugal. Aplausos en cocina.

Samoza: triángulos de masa filo rellenos de cebolla caramelizada y salsa de frambuesa. Buenos pero algo dulces, es decir hay que reducir la azúcar añadida.

Postres: Por desgracia los postres caseros no tuvieron nada reseñables. Estaban correctos.

Al final, te ofrecen un licor de hierbas bastante bueno.

Recomiendo este sitio al 100%, comes bien, te atienden bastante bien, y puedes probar varias clases de vinos. Que más de puede pedir, poco la verdad.

Su nota. 3 estrellas.


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2 comentarios:

Delikat Essences dijo...

De los Bermejales a Sevilla Este, ya veo que el cambio no ha sido muy traumático....

Ray dijo...

Hay algunas buenas opciones que estoy descubriendo. Ya iré comentando en futuras entradas.
Un saludo Delikat!