Al hablar de este local es casi obligatorio hacerlo sobre la calle 2 de mayo, calle mítica en la historia de Sevilla, y que cuenta con locales que ya forman parte del acervo cultural intangible de la cultura del tapeo.
Este nuevo local se encuentra en el antiguo espacio que tenía el Restaurante Mesón de La Infanta, lo cual ha definido un poco la forma diferente que tiene La Bulla de atendernos, y explico el motivo. El permiso de funcionamiento de bares y restaurantes es tan variado que puede resultar infinito y ciertamente engorroso. La normativa cubre casi todos los aspectos de la restauración incluso puede variar en función de donde se encuentre el local, no es lo mismo montar un bar de tapas en Sevilla Este que en el Barrio de Santa Cruz.
Una de esas normativas es la existencia y la dimensión de la barra, y es aquí donde encontramos la cuestión. El local donde se encuentra La Bulla tiene permiso de solo 2 metros de barra (incluso menos), y por no tramitar uno nuevo, se decide actuar en consecuencia.
Es por esto que uno de los rasgos principales de La Bulla es que funciona más como un restaurante que como una barra de tapas. En algunos momentos colocan una cinta retráctil para dividir la entrada de la sala haciendo que debas esperar a que te sienten. Es por esto el título de este post.
Mi opinión respecto a esto es favorable. Creo que es una buena idea surgida de la necesidad y eleva un poco el trato que recibes ya desde la propia entrada al local. Si es cierto que quita un poco la magia de la barra típica de tapeo, pero creo que es un cambio para mejor. Y siento sincero, nunca he sido muy amante de las aglomeraciones en barra, las pugnas por unos centímetros de ella, y mejor ni hablamos del cigarrillo que antes era tan típico.
Pasando a otros menesteres, La Bulla es el último de los hijos bastardos de Pura Tasca y como tal se notan sus hechuras. Me refiero al servicio, el menú y los modos (proceso más bien). La sala está para mi gusto bien decorada y la verdad que tiene mucha luminosidad. Sin embargo tengo una sensación de "esto lo he visto antes", falta un poco de personalidad en ese aspecto.
Respecto a la comida, solo pude probar 4 tapas de una carta razonablemente extensa. Ya sabrán que si un sitio tiene 40 tapas, es muy probable que las 40 las haga regular.
Empezamos por una tarrina de anchoas, aunque tiene una buena combinación de sabores esperaba una terrina al estilo francés. La palabra tarrina refiere a tarro pequeño, puede parecer una perogrullada por mi parte, pero el término puede confundir. Es una tapa ligera y sencilla, yo apostaría por otra opción de las que disponen si se va con un número limitado de tapas a ordenar.
Vieras con romesco. Un molusco "gallego" con una salsa "catalana", aunque yo hablaría en términos de españoles, pero no queremos entrar en polémicas innecesarias. Se está volviendo una moda colocar vieras en las cartas, algunas con mejores u otras con peores resultados, esta por fortuna es una de las buenas. La viera en su punto justo de plancha y el romesco bastante bueno, aunque un poco más de potencia hubiese sido ideal, las semillas de sésamo dan un buen balance. Esta es quizás mi segunda favorita por detrás de la que preparan en Barajas 20.
Hamburguesa La Bulla. Un plato que inicialmente no fue creado para el menú, pero termina siéndolo y dando buenos resultados. Si debo comentar mi comentario repitiendo que esto no es una hamburguesa clásica, falta el pan de encima y el pan (que está muy bueno) no tiene esa textura suave del pan de hamburguesa tradicional. Puede que esté siendo muy crítico con esto, y no esté dejando margen a la interpretación y/o la presentación del plato. Pero creo que la recreación de un clásico siempre debe llevar su seña de identidad.
A pesar de lo expuesto arriba, este plato me ha gustado. La carne está buenísima y el pan igualmente bueno. La cebolla frita aporta el toque crujiente al plato y la salsa de queso tiene el punto justo de potencia para hacerse notar sin imponerse. Si debo llamar la atención sobre el término de la carne. Para mi gusto estaba perfecta, sin embargo la noté quizás poco hecha para el tipo de preparación, y resumo el porqué de esto para que vean que no me contradigo.
No es lo mismo un buen corte de carne al punto o poco hecho, que un buen trozo de carne triturada para hamburguesa hecha al punto o poco hecho. Al triturarla o picarla, la cantidad de superficie que se expone a la oxidación y a la manipulación es mucho mayor, de tal forma que el riesgo de reducir su calidad se incrementa. Por tanto una hamburguesa debe manipularse con mimo (y hacerla casi al instante) si la queremos servir al punto o poco hecha.
Lo anterior no es una queja al plato de La Bulla, no quiero dar esa impresión, es una mera recomendación general para la preparación en general y para que el cliente mire con atención y entienda algunos aspectos esenciales.
Brocheta de atún. Algo seco y falta de color, habitas baby en la frontera del fin de temporada pero a pesar de ello estaban bien. No puedo dejar de comentar la sobre cocción que llevó mi atún. El atún es un pescado con un nivel de grasa que puede facilitar el que pueda quedar seco, pero en mi opinión es un error remediable pero no discutible. Espero que en futuras visitas disfrute de sus platos y de un atún algo mejor preparado, ya que las verduras y la salsa estaban bastante bien.
De postre una tarta de manzana de Masquepostres. Ya el nombre lo dice todo. Es el 5J de los postres en esta ciudad
Para finalizar, el servicio de sala me pareció correcto, y en mi caso, la persona que nos atendió diría que lo hizo casi a la perfección.
Con ánimos de dar un poco más, 3 estrellas.
4 comentarios:
No conocía eso del masquepostres,voy a investigar!
Manu Jara de Masquepostres incluso de cursos, o al menos se plantea hacerlos.
Ayer probé el daiquirí de piña. Muy bueno.
Recordatorio para los miles de clientes que aún piensan que Puratasca tiene 3 locales en la ciudad.
Tras unos apasionantes meses en los que hemos trabajado para la puesta en marcha como asesores y consultores (pero no como propietarios) de dos nuevos locales en nuestra ciudad hasta el 30 de junio de 2011, ya estamos de vuelta desde hace meses en nuestra Puratasca de la calle Numancia, 5.
Desde aquí queremos agradecer a las Sociedades THE TAPALAND S.L. (LA BULLA) y CAROPAREJO INVERSIONES S.L. (ELDESPACHO) y especialmente a Fernando Caro, la confianza que ha depositado en nosotros para el asesoramiento, arranque y puesta en marcha de estos dos locales que hoy por hoy, ya navegan solos, tras unos meses de duro trabajo, donde hemos puesto todo nuestro saber hacer y cariño. Desde aquí queremos desearles suerte en su andadura, que tenemos claro que será larga y fructífera.
Nosotros, con el deber cumplido continuamos desde el pasado día 1 de Julio en nuestro local de Numancia nº5, para volver a estar junto a vosotros. Hemos empezado Septiembre con muchas novedades, nuevos platitos, nuevo uniforme, y nuevos retos. Os hacemos partícipes de algunas de las nuevas "tapas grandes" que Puratasca está ya desarrollando como son las Navajas a la plancha con vinagreta templada de tomate y albahaca, el Ceviche de Corvina salvaje y aguacate o el Steak Tartar cortado a cuchillo y macerado al momento delante del cliente. Seguiremos con nuestra barbacoa fría, con el cubo puratasca, el chopsuey de Rape y la novedad del air-bag de jamón Lazo
En unos días recibiréis una gran sorpresa que seguro alimentará los deseos de muchos de vosotros que no sabéis ya de que manera poder almorzar o cenar con vuestros compromisos en Puratasca a una hora normal y con la seguridad de tener vuestra mesa disponible. En breve el cómo, el qué, el cuándo, el cuánto y el porqué y todo ello siempre, desde la humildad y honestidad en el trato al cliente, que es nuestra razón de ser.
Esperamos veros a todos pronto por esta que es vuestra casa.En breve recibiréis puntual información
Cayetano, Raúl y César.
Puratasca. Telf. 954330680 Numancia, 5 CP 41010. Sevilla
Ayer estuvimos cenando mi marido (un loco de la cocina), un matrimonio de amigos y yo.
Para empezar comentar que quedamos super encantados con el trato de Daniela y de la cocina que decir.
Tuvimos la suerte de sentarnos delante de la cocina, al ser cocina abierta fue todo un lujo.
Para empezar pedimos Tataki de Atún (de los meores que he probado) y Gratinado de Queso con Salmón, DELICIOSO.
Continuamos con Arroz Meloso y Surtido de Croquetas, ESPECTACULAR.
Y para terminar Presa Ibérica (creo recordar que era a la miel y tomillo), de LUJO.
Resumiendo, buena presentación de platos, comida (creo que lo he dejado claro antes) espectacular, servicio muy bueno y sin agobios (gracias Daniela).
Gracias LABULLA, ya teneis 4 clientes más.
Enhorabuena a la cocina, vaya curro que se dierón.
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