jueves, 3 de junio de 2010

Vinacle, una sala, un servicio, una comida

En una visita rápida a Santa Justa para comprar unos billetes de AVE (próxima entrada, un restaurante de Madrid, comparar también es bueno) decidimos ir a comer. Había visto este lugar en otra oportunidad y me pareció que podría merecer la pena visitar. El sitio queda en una inmejorable zona, muy cerca de un gran almacén en la esquina de Kansas City con Luis Montoto.

La entrada tiene una opción directa de ir bien a por tapas, o pasar al salón para comer a la carta. El ambiente es formidable, moderno y acogedor, combina las maderas negras con toques de metal y una cava de vinos imposible de olvidar, que sirve tanto para lo obvio como para dividir los ambientes. No hay mejor vitrina que un escaparate lleno de buenos vinos, y en este sitio se pueden degustar algunos de los mejores. Lástima que su cocina se encuentra un par de pasos por detrás.

La atención por el personal de sala fue impecable de principio a fin. Cercano pero formal, cosa que a mi particularmente me gusta y que pocos sitios logran un balance adecuado. Por estas tierras somos de los extremos, del camarero que te trata como su compadre, al que te mira solo cuando decide que estamos a la altura. Enhorabuena por la preparación y el buen llevar de la sala.

Pasando al tema principal, la comida, éramos 3 comensales que por desgracia no logramos un consenso en la elección de vino si, vino no. Triunfó el no, por lo cual me quede a la espera de catar un buen vino, sin embargo, la carta de vino y su bodega a la vista esta magníficamente confeccionada tiene un poco de todo, un poco de todo de lo bueno. Incluso poseen botellas de tierras australes. Todos a precios a mi parecer más que razonables.

De primero, una parrilla de verduritas para hacer ánimo. Miento, nos brindaron antes que nada, con un gazpacho coronado con medio tomate sherry servido en vaso de chupito. Nada reseñable, correcto en sabor y en textura. Volviendo a la parrilla, no soy muy fan de este plato, no por su sabor, sino porque en algunos sitios se aprovechan para darte 4 cosas y cobrarte una cantidad elevada de dinero. Todo lo contrario aquí, me arriesgo a recomendarla, calabacín, berenjena, pimientos, tomates y espárragos. Cocinados a la perfección, al dente y con cantidades más que razonables para un primero.

De segundo mis acompañantes optaron por un arroz con carabineros, y yo por una pierna de cordero lechal. El arroz para dos, fue presentado y servido en la mesa desde una fuente a los platos. El caldo de cocción fue terminado con una crema de verduras y su toque de laurel no falto durante todo el proceso. La verdad que estuvo bien las primeras cucharadas, el toque de laurel era sin dudarlo muy prominente, así como su falta de sal. El laurel es algo que al principio agrada por su sabor, digamos refrescante y oloroso, pero a medida que continúas, se vuelve pesado y terminas por solo oler y saborear laurel. Hubo además, y lo más importante, una falta del ingrediente principal, los carabineros.

Tal fue la cara que mis acompañantes ponían ante el plato, que el jefe de sala "creo" se nos acercó a preguntar por el plato. Muy amable, y quizás reconociendo un error claro, se ofrecieron a cambiar el plato por un arroz con bogavantes. El cual como era de suponer, llegó 10min después, dejando a uno de los comensales comiendo solo mientras el resto ya habíamos terminado. Un error en cocina puede enmendarse en la sala, tal como se hizo en este caso, pero un error sigue siendo un error.

El arroz con bogavantes si estuvo acorde, una textura similar al anterior, pero un sabor inigualable. Trozos de marisco en cada bocado, una infusión de los sabores marinos, y un toque más que correcto de sal. Un punto positivo sin dudarlo.

El cordero lechal confitado con tomillo y cogollos a la plancha no estuvo mal. Sin embargo hubo aspectos que no puedo dejar de mencionar. La carne estaba cocinada correctamente, tierna y jugosa. Del punto de cocción de la carne intentaré dar una próxima entrada, es un mundo tan amplio como el gusto de las personas. Volviendo al tema, la carne correcta pero escasa de salsa. Los acompañantes, los cogollos a la plancha no tenían sazón, faltó un toque de pimienta, sal o de aceite mismo. Un fallo del jefe de cocina o del responsable de montar los platos.

Mi obsesión por el pan parece no tener límite. En este sitio, podría aventurarme a decir que el pan es o bien hecho allí mismo, o una imitación de la cual debo pedir la fuente. Sin embargo, los que me conocen saben lo que me molesta que el pan Y el aperitivo figuren en la cuenta final. Si quieres ponerlos, y representan un acompañante de la comida. Inclúyelos en el precio de los platos, los cuales no llevan incluido el IVA, ya lo cual deja un ligero aclarado de garganta nada más entrar. Siento decir que cobrar por el pan puede que sea una costumbre, pero es un tanto fea.

Quisiera volver, de verdad, pero creo que no haga en un futuro próximo. Siento que deben mejorar algunos aspectos en cocina. Salva la calificación el servicio.


La nota, 2 estrellas.



6 comentarios:

restaurantevinacle dijo...

Me parace bastante malo su comentario sobre vinacle es uno de los mejores restaurantes de Sevilla que me han atendido y de la comida fabulosa ademas me parece que no tiene ni idea del arroz que alli hacen para comenzar no le hechan laurel es exquisito por lo tanto he de decirle que me parace que usted o no ha comida arroces o es de otro pais debe de salir algo mas gracias y cuando escriba agalo con propiedad

Ray dijo...

No niego que pueda equivocarme en algún comentario. Pero hay cosas que celebro y otras que si critico.
En esta crítica hay muchas más cosas, he incluso muchas de ellas buenas. No hay que quedarse siempre con lo malo. Y con todos mis respecto, de arroz se algo. Pero lo que intentamos es siempre mejorar.
Un saludo

Anónimo dijo...

El restaurante en sí está bien, pero sinceramente 50 € por persona una cena de un entrante cada dos, un plato principal por cabeza, vino, cafe y postre a compartir me parece una pasada. Yo valoraría esa cena en 35-40€

Ray dijo...

Mi experiencia, de forma general fue buena. Si debo advertir a los lectores, que aunque el restaurante tiene unos precios no de menú diario, no creo que estén fuera de un rango razonable.

Quiero volver y probar de nuevo esa carta y sus vinos. Muy buenos sin dudarlo.

Gracias por el comentario

Anónimo dijo...

el restaurante a bajado mucho en servicio y muchos cambios en la sala para mi a habido un cambio de precios en la carta muy notable para la competencia que hay se les nota que no hay un buen rumbo por los propietarios del restaurante un arroz no puede o no debe valer ese precio o incluso un salmorejo por comentar algunos platos se les ha ido de la mano no volvere a ir

Anónimo dijo...

Ayer: setas con langostinos (muy buenas), merluza a la vizcaína (aceptable) y milhoja de presa (lamentable). 110 euros, con una botella de Pesquera. Nivel: suficiente; precios: altos. La pena: creo que en Sevilla, por la experiencia que tenemos, no se hace cocina de alto nivel. Gastromium la tenía, y tuvo que transformar su negocio. Abantal la tenía, y se vino a menos. Hay algunos restaurantes que lo intentan pero fallan, y además se equivocan en algo no importante pero que me llama la atención: el servicio no es profesional, hay mucho personal joven sin escuela y mucho jefe de sala con traje que le queda grande y que nunca conoció maneras de restaurante de nivel.